viernes, 28 de octubre de 2011

Episode11 - La Copa de Oro



“Capdevilla y Quesada” mensajea uno de los jurados. Se refiere a la dirección de su nueva casa. La previa de un nuevo Proyecto Napola es la primer reunión oficial en esta nueva morada que promete lindos encuentros, asados, fiestas y muchos buenos momentos. Ya en la esquina se escucha el ronroneo de un motor poco común. Es el invitado, un Doctor 2.0 que en lugar de ambulancia se moviliza en bici-moto. Es Lunes y feriado, por lo que muchas de las opciones previstas se encuentran cerradas. Debatimos entonces a dónde ir, hasta que sale a la luz una vieja recomendación por el barrio de Belgrano. Hace hambre, vamos. La terraza dejó en todos una mezcla de indecisión y bobera que hizo la salida un poco lenta y complicada, hasta generar el atascamiento de un colectivo en la puerta de la casa. VAMOS. 
En camino, en los autos se rumorea: - Olleros y Libertador? Jodeme. No hay chances de una buena napola en Cañitas.





La fachada del lugar calmó a todos los prejuiciosos. El lugar pinta bien.
El Lunes y feriado termina jugando a favor del proyecto. Muy poca gente y mozos muy atentos (póngale marquitas positivas al ambiente maestro). Viene Marcelo (Vitíligo – aporte del Dr. 2.0) el mozo y entiende al toque el proyecto, tira comentarios que aportan y sale disparado a la cocina a por unas Napolas. Trae antes un antipasto delicioso (berenjenitas, morroncitos). Los ojitos horizontales del jurado comienzan lentamente a redondearse. Pan particularmente rico? La birra está frapé? Opa, esto parece ser cosa seria. En las pocas mesas ocupadas del lugar también pasan cosas. Un cumpleaños, una reunión familiar y chicas bonitas (una en particular). Marcelo se acerca a la mesa con una intención peculiar, viene a cambiar los cuchillos por otros “especiales”. Lindo.







Se vienen! Éramos 5, por lo que pedimos 3 Napolas entre todos, pero ni nos tuvimos que ocupar de la división. Los platos ya vinieron perfectamente fraccionados. Tal fue la emoción que un jurado declaró: - Es un mimo al corazón. 
Ahora sí, a comer.
Marcelo: - Chicos, pimienta? Hace aparición un molinillo muy acorde a toda la atención que se venía dando. – Es voto cantado, pero en ambiente yo le pongo un 10.
A analizar se ha dicho!  Y se hace silencio en la mesa hasta que uno irrumpe diciendo:
- Eh! La gran “SALSAJO” (traducción: salsa arriba y abajo). Sí, sí. No es una novedad para el Proyecto pero sí una particularidad de algunos pocos lugares que le ponen salsa de tomates tanto arriba del queso, como abajo del jamón. De pronto otra más a favor de Marcelo: llega con lo que sobró de la distribución de las porciones y lo cubre con doble plato para que no pierda el calor (un verdadero troesma).






Bueno, igual, TRANCA. No todo es color de rosa. Llega el grito: - Nervio polémico!
Sí señores, apareció la primera espina de la noche. En el jurado hay un especialista en el tema y fue quien lo detectó. Todos lo vimos y somos testigos. – Nunca había visto un nervio tan claramente nervio. Declaró uno de los críticos. Seguimos comiendo, pero ahora con un poco más de atención y los colmillos bien afilados. – Da batalla la guacha. 








La cara del Dr. 2.0 era de satisfacción. Las papas fritas cumplían las expectativas. A pesar del “nerviosismo”, el jurado siente que se perfila un top 5 del ranking. Se terminó. No más Napolas en los platos. A votar!





Todos los puntajes fueron bastantes parejos entre los jurados. – Bien Dr. 2.0! En general son bastante flojos los invitados (Identidad Reservada). Estamos todos contentos no? Lemoncello, fotito y a la cama. La Copa de Oro Carlitos, gran sorpresa en Las Cañitas.




No es parte del análisis, pero de postre vino un flan muy amarillo: - Es radioactive boludo!














Promedios de la Copa de Oro

Promedio del jurado de notables
calificacion del 0 al 10


Rebozado.  6.8

Ambiente. 8.6

 Aceite. 6.2

Jamon y Queso. 7

Nervios en la carne. 5.4

Salsa. 7.8

Condimentos. 6.2
 
Tamaño. 7.2
Eructo. 7

          Guarnición. 6.6


          Promedio. 6.88

* en todos los casos el 10 es la nota positiva


Muchas gracias Michel Spector, muchas gracias La copa de Oro de Carlitos.
Proyecto Napola apoya el modelo.












viernes, 29 de julio de 2011

Episode10 - 2901

Oh! Glorioso festín!
Dios bendiga tu piel rebosante.
Alabaré el oro que la baña.
Y daré loas a tu roja sangre que moja tu manto de jamón y queso
enalteciendo tu alma
que es carne!

Ya sabemos lo que produce comer una napolitana. Por mas rimbombantes que sean  las palabras, siempre quedarán cortas a la hora de explicar la sensación de tener enfrente semejante combinación de elementos.
De todos modos, la combinación en sí no lo es todo. Se necesita de una buena muñeca de parte del empanador, atención en la cocción, generosidad en los materiales etc. y así y todo el veredicto siempre queda sujeto a la subjetividad de quien se come la milanesa.








La cita fue en 2901 una cantina de barrio sin muchos refinamientos de decoración y una sala de timba ( si! leyeron bien). Nos atendió Gabriel, un mozo muy atento, buena onda y parlanchín que se molestó varias veces explicando la variedad de platos que había en el lugar, mas allá de haberle aclarado la tiranía del menú ad hoc.
Nos comentó que la napolitana era "un 42" haciendo alusión al tamaño de la milanga comparándola talle de un calzado. Lo cierto es que para nosotros fue un talle 48. Bien grande, punto a favor.





Llegan las milangas y luego de la foto pertinente comenzamos a comer.
De pinta estaba muy bien, se la vio muy pareja y dorada, pero al verla de costado se notó uno de los mayores sacrilegios que se le puede cometer a tan noble alimento: el empanado era doble!





Ya con la milanesa en la boca, se pudo notar que los sabores se combinaban muy bien, la temperatura era ideal tenia la cantidad justa de orégano y de salsa.
La carne era buena. Luego charlando con la dueña del lugar, que se sentó a la mesa curiosa del Proyecto Napola, nos contó que usa carne de primera, y la verdad que no hay por que descreerle ya que la carne no tenía nervios, era tierna y sabrosa.
Indagando mas, al mejor estilo ER emergencias nos quedaba por dilucidar la calidad del jamón y del queso.
El primero de estos productos era bueno… ni una maravilla ni una paleta berrea. Un jamón justo y concreto lo necesario para abrigar la milanesa. Pero el queso, si bien no era feo, ni mucho menos, era queso de máquina, que aunque fue abundante en cantidades no produce la sensación dionisíaca que produce la mozzarella o el queso cremoso.






Yendo mas subcutáneamente  entre la carne y el pan no se divisaron pedazos de ajo o perejil. Una pena. Entiendo que muchos prefieren cuidar su aliento con la esperanza de transarse a alguien, pero en nuestro caso nunca sacrificamos una cosa por otra.





El balance entonces fue positivo. Hemos comido una muy buena milanesa, muy poco traicionera para el eructo y abundante.
La definiría como una napola de batalla, ideal para comer con amigos una noche fresca de otoño.






Promedios 2910

Promedio del jurado de notables
calificacion del 0 al 10


Rebozado.  5

Ambiente. 6.7

 Aceite. 6

Jamon y Queso. 4.3

Nervios en la carne. 7.5

Salsa. 4.2

Condimentos. 5
 
Tamaño. 7.5
          Eructo. 7.1

          Guarnición. 6.1


          Promedio. 5.96

* en todos los casos el 10 es la nota positiva


La dueña de 2901 se acercó a nuestra mesa y calificó a su milanesa napolitana. Aunque no dejó sentado su veredicto.





Muchas gracias a los invitados Germán Cohen y Marcelo Blanco. 
Muchas gracias a 2901 por la buena onda.

Proyecto Napola, seguiremos.





viernes, 24 de junio de 2011

Episode09 - Rondinella

Por primera vez desde que empezó este periplo en busca de la mejor milanesa napolitana de la ciudad, el jurado de notables debió enfrenta a un enemigo. No fue la amenazante imagen del restorán lleno antes del ingreso, no fue el frío espeluznante con el que el grupo llegó a este bodegón de Colegiales. Tampoco fue la relajación y olvido de bebidas del mozo tras el pedido tan tradicional como rápido. Dos mesas atrás de donde fue recibido el Proyecto Napola Tour, otro grupo de jóvenes entusiastas hizo lo que mejor saben hacer los que encabezan este proyecto: pedir sólo milanesas napolitanas. Por primera vez hubo competencia por quedarse con las mejores piezas de carne rebozada, con jamón queso, tomate y algunos etcéteras.

Mientras se esperaba el arribo del plato a analizar, la platea femenina pasó por alto la decoración simple, las familias y grupos de amigos que nos rodeaban, y monopolizaron su concentración en un mozo tan anciano como experimentado, con cara de tierno y de laburante a la vez. 


Más allá de la presencia de un equipo paralelo y una vez superado el inconveniente inicial con el mozo (el nuestro, no el rompecorazones de nuestras comensales), que no esperaba un pedido sin antes mirar la carta lo que lo hizo retrasar la entrega de las bebidas y otros chiquitajes, llegaron las estrellas del proyecto y la primera impresión fue: “Tenemos que pedir dos más”. En Rondinella, difícilmente se comparte la napola.



Una vez aclarado que la primera porción no sería la última, comenzó la degustación y las impresiones fueron tan diversas como el grupo de comensales, que hasta contaba con la presencia de una señorita no argentina que por primera vez probaba el majar napolitano. Ante la aprobación de la foránea, algunos no tan conformes con lo que estaba degustando le aclararon: “Está milanesa está bien, pero hay mucho mejores”.

A la hora de los puntajes, surgieron algunas discrepancias. Lo que a algunos los había fascinado, a otros los había asqueado, y uno de los jurados tuvo una mala experiencia en el bocado final y un nervio invasor, que hizo bajar la mayoría de sus calificaciones.



La noche derivó en la tentación por un postre raro de nombre difícil que el mozo estaba acercando a las mesas vecinas.



Promedios Rondinella

Promedio del jurado de notables
calificacion del 0 al 10


Rebozado.  6

Ambiente. 6.8

 Aceite. 6.5

Jamon y Queso. 7.5

Nervios en la carne. 4.7

Salsa. 6.8

Condimentos. 6.7
          Tamaño. 6.8

Eructo. 5
          Guarnición. 7.2

          Promedio. 6.44

* en todos los casos el 10 es la nota positiva


Nuestro mozo no quiso comprometerse con las calificaciones y le dejó esa tarea al encargado. Pero este hombre tampoco quiso hacerse cargo. Excusándose que su mirada será parcial, que su milanesa le parecía la mejor, sin antes olvidar que la perfección es imposible. “El que no se equivoca, no esiste” aclaró antes de despedirnos con un apretón de manos.







Muchas gracias a los invitados Ignacio Sbaraglia y Emily Allen
Muchas gracias Rondinella.
Proyecto Napola: Nacional y Popular